logotipo

Este es un sitio de Branded Content, creado por Studio DF, área de generación de contenido de Diario Financiero.

Votantes extranjeros aumentan en el país: ¿podrían definir el plebiscito?

Hay expectación. El próximo domingo 4 de septiembre se realizará el plebiscito de salida con que culmina el proceso constituyente iniciado tras el estallido social, en el que la ciudadanía decidirá en las urnas si aprueba o rechaza la propuesta emanada de la Convención Constitucional. El voto, por primera vez desde las municipales de 2012, será obligatorio.

Se estima que en Chile residen 1,5 millones de migrantes. Equifax realizó un sondeo en agosto de este año, en base a información propia y datos oficiales y públicos del Registro Civil, además de otros datos de carácter público, que consideró una muestra de 3.721.687 chilenos y extranjeros en condiciones de votar en Chile, lo que representa un 24,69% del total de las personas registradas con derecho a voto, “por lo que los datos son extrapolables al universo total de sufragantes y es estadísticamente representativa”, explica Ignacio Bunster, director de Asuntos Corporativos de Equifax.

people walking on grey concrete floor during daytime

Según dicho estudio, un 4% de los migrantes están habilitados para votar en el plebiscito, una cifra que, en el caso de una elección disputada voto a voto, podría ser significativa en el resultado final.

De hecho, existen ocho circunscripciones, entre las más de 670 en que se divide el país, donde el voto extranjero representa sobre un 10% del electorado. Tres están en la Región de Antofagasta (Antofagasta sur, Calama y Chiu Chiu) y otras tres se ubican en la Región Metropolitana: dos en la comuna de Estación Central (Alameda y Las Américas) y una en la comuna de Independencia (circunscripción del mismo nombre). Las restantes están en las regiones  de Tarapacá (Iquique) y Arica/Parinacota (San Miguel de Azapa). De hecho, esta última es la que concentra a la mayor cantidad de extranjeros con derecho a voto, con el 34% del total de votantes.

“La concentración de extranjeros con derecho a voto en las comunas de Estación Central e

Independencia, da cuenta de que se trata de una población mayoritariamente del segmento socioeconómico medio, que vive con un buen nivel de equipamiento y conexión”, analiza Bunster, quien agrega que, en el caso de las comunas en las regiones del extremo norte del país, la concentración se puede explicar dada la cercanía con las fronteras de Perú y Bolivia, justamente dos de las colonias más importantes de extranjeros.

El ejecutivo detalla, además, que la compañía levantó una muestra similar en 2020, y determinó que ese año los migrantes representaron un 1,95% del padrón electoral, es decir, en dos años hubo un aumento de 1,71 puntos porcentuales. Pero, ¿pueden ellos realmente incidir en el resultado de las elecciones?

A juicio del director del Laboratorio de Encuestas y Análisis Social de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), Ricardo González, por el momento es difícil que el impacto sea significativo. Y es que, pese a la alta cantidad de extranjeros que viven en el país, el porcentaje de quienes están habilitados para votar es todavía muy bajo: de acuerdo a una encuesta realizada por el Laboratorio a 1.427 extranjeros de las comunas que registran mayor inmigración en todo el país, solo un 28% de ellos tiene más de cinco años de residencia, condición mínima para tener derecho a sufragio. Sin embargo, solo un 8% dijo haber votado en la segunda vuelta presidencial del año pasado.

Quienes más votaron fueron los ciudadanos peruanos (19%) y bolivianos (13%), lo que según González coincide con que son ellos quienes cuentan con mayor tiempo de residencia en el país. Los datos de Equifax, de hecho, señalan que de los 129 países que aportan electores al padrón de acuerdo a la muestra estudiada, Perú concentra un 1,27% de los potenciales votantes, Bolivia a un 0,72%, Colombia a un 0,46% y Venezuela a un 0,21%.

El académico destaca que, de todos los votantes probables, hay un perfil que determina si concretará, finalmente, su participación en las urnas. El nivel socioeconómico (NSE) es clave: “En general las personas de NSE medios, medios-altos y altos tienden a votar con mayor probabilidad que aquellos que tienen NSE bajo, y en general los inmigrantes suelen tener un NSE medio-bajo a bajo”. Según la encuesta, la mayor parte de ellos pertenece al segmento C (43%), pero también hay una fuerte presencia en los grupos D y E, con un 39% de ellos, especialmente haitianos.

Otra variable es la ideológica, que apunta a la identificación del votante en el eje izquierda-derecha. “Un 46% de los inmigrantes no se identifica políticamente en este eje,  versus un 23% en el caso de los chilenos”, detalla González, y agrega que esta identificación crece entre los venezolanos, quienes, de hecho, se identifican más con la derecha (18%) que con la izquierda (5%). También incide la postura sobre el rol del mercado o el Estado: un 42% de los extranjeros se inclina por el mercado.

Esta variable arroja algo más: “Como no tienen ideología ni adhieren a partidos, son persuadibles, y como tú no los puedes pillar por los medios de comunicación porque muchos de ellos consumen muy poquito, entonces el despliegue territorial se vuelve clave”, observa.

Poco involucrados

El interés en participar también es crítico para que se conviertan en votantes, añade el investigador, pero la encuesta arrojó que dos tercios de los extranjeros consultados tiene poco o nada de interés en la política chilena, lo que es transversal en todas las nacionalidades, aunque particularmente profundo en el caso de los haitianos.

“Votar es un hábito”, dice González, apuntando a que quienes lo hicieron en las elecciones anteriores, seguramente lo harán en esta y quienes no, probablemente se abstengan, pese a que el voto, esta vez, es obligatorio.

Con todo, a juicio del investigador, “no deberían tener un impacto relevante en el resultado, a menos que esto de verdad esté peleado. Si esto es 50,5% contra 49,5%, ahí cualquier variable puede ser decisiva”.

“Veo improbable que este grupo tenga un rol demasiado decisivo en este plebiscito, pero es un grupo que hay que mirar de todas maneras hacia adelante”, comenta, porque cuando la mayoría que hoy no tiene derecho a voto por no tener los años de residencia mínimos para hacerlo haya cruzado ese umbral, van a tener un mayor peso en el padrón. “Va a ser un grupo interesante de observar, y también hay que ver si sus preferencias van cambiando con el paso del tiempo”, agrega.