Por Ignacio Bunster
En el contexto de la invasión de Rusia a Ucrania, muchas empresas han debido tomar decisiones que, en apariencia, van en contra de sus mejores intereses. Tal es el caso de Coca-Cola y Mc Donalds, entre otras, que han suspendido sus operaciones en Rusia y, en el caso de esta última, sin dejar de pagar a sus empleados. Pero lo cierto es que estas decisiones, dolorosas en el corto plazo, son las que, finalmente, garantizarán la permanencia en el tiempo de aquellas compañías que se hayan mantenido fieles a sus valores, más allá de lo estrictamente económico.
Esa es la convicción detrás de las estrategias de sostenibilidad corporativa o ASG (acrónimo que recoge los conceptos Ambiental, Social y Gobernanza) que adoptan las organizaciones. Y en este contexto ha surgido con fuerza, aunque todavía de forma embrionaria, un elemento que hasta ahora no se había considerado en estas estrategias: los datos. ¿Por qué? Porque contar con datos fidedignos, completos y actualizados, y con políticas de privacidad y ciberseguridad adecuadas es, como nunca, de la mayor importancia dado el ecosistema de negocios actual, cada vez más digital.

Para lograrlo, desde EQUIFAX creemos que es clave dejar de considerar los datos como algo del ámbito exclusivo de las áreas técnicas y empezar a considerarlos en todo lo que hacemos. Es decir, privacidad por diseño. Con este cambio de mirada se puede encuadrar de forma más fluida el “mundo de los datos” en nuestros programas de ASG, sobre los cuales debiera construirse la estrategia de negocios de cualquier compañía que quiera ser sostenible en el tiempo.
No cabe duda que cualquier organización que utilice datos tiene el deber social de protegerlos, sean éstos de sus empleados, proveedores, clientes o consumidores. Así como un incidente de ciberseguridad compromete considerablemente la reputación corporativa y la confianza de los stakeholders en una organización, de igual forma, la manera en que una organización da cumplimiento a la regulación en materia de protección de datos es un reflejo del foco que sus ejecutivos ponen en su entorno regulatorio, político y social.
Hace algún tiempo, The Economist publicó un artículo titulado “El recurso más valioso del mundo ya no es el petróleo, sino los datos”. Estoy convencido de que es así, y su adecuado tratamiento, protección y seguridad pueden determinar la sostenibilidad de las empresas intensivas en el uso de este recurso. No es raro entonces que todo lo relacionado con los datos tenga de cabeza a gobiernos y organizaciones, quienes buscan la manera de regularlo adecuadamente.
El proyecto de ley de protección de datos personales que se discute actualmente en el Congreso, y que la nueva administración se ha comprometido a empujar, contempla duras sanciones que incluyen elevadas multas e incluso la suspensión de las operaciones y actividades de tratamiento de datos que realiza el infractor. Es urgente que este proyecto de ley siga avanzando para dotar a los titulares de datos de la protección que la realidad actual requiere. En EQUIFAX estamos siguiendo de cerca esta discusión y esperamos que pronto sea ley de la República.
Incorporar el mundo de los datos en las estrategias ASG puede ser un gran diferenciador para una organización, y no requiere más que algunos ajustes a lo que muchas ya están haciendo en materia de privacidad. Esta simple definición pondrá el tema en la agenda de los órganos de las empresas encargados de la gestión de su sostenibilidad e inmediatamente adquirirá una nueva entidad, más visible y medible.