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Data positiva: por qué importa y cómo podría transformar al sistema financiero

Expertos coinciden en que la solución para disminuir el nivel de morosidad en Chile y mejorar la inclusión financiera pasa por avanzar en la tramitación del proyecto de ley de Deuda Consolidada, cuyo análisis se inició formalmente este 28 de junio en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados.

En Chile, la normativa vigente sobre protección de datos solo regula el tratamiento de la data negativa de las personas, es decir, aquella relativa a sus morosidades. Los pagos realizados oportunamente, los créditos vigentes, las cuotas por pagar, las líneas de crédito disponibles, entre otras variables que conforman lo que se conoce como data positiva quedan fuera, excepto para la banca. Eso es parte de una realidad que busca cambiar el proyecto de ley de Deuda Consolidada, cuyo análisis se inició formalmente el 28 de junio en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados.

“Regular el uso de la información positiva es una necesidad urgente”, enfatiza Ignacio Bunster, director de Asuntos Corporativos y Legales de Equifax. Lo dice sobre la base de la evidencia internacional, la que muestra que incorporar este tipo de datos en el proceso de evaluación de riesgo crediticio beneficia directamente a las personas requirentes de crédito, y al mismo tiempo aumenta la competencia entre los otorgantes. Y aunque destaca que, dentro del marco de sus facultades, la CMF está perfeccionando el registro de deudores, se trata de un esfuerzo que no es suficiente y que por eso se requieren cambios legales para “reforzar” el marco de información crediticia que existe en el país.

Es similar la visión de Francisco Cabezón, director de Risk Advisory en Deloitte, quien destaca que la necesidad de mejorar el sistema de información de deuda en Chile ha sido puesta sobre la mesa por organismos reguladores internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. “El uso de información positiva es una parte importante de ello, pero también es relevante la obligación para más entidades de informar las deudas de sus clientes”, señala.

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Información completa y democratización

Quizás lo más importante, a ojos del ejecutivo de Deloitte, es el escenario donde se está dando esta discusión: uno donde en 2020 se elevó a 75,4% la deuda total de los hogares chilenos, según el Banco Central, y donde hoy todavía existen personas “con deudas relevantes en mutuarias, cajas de compensación, casas comerciales y otras entidades cuya información de deuda no es conocida por los demás oferentes de crédito”. Cabezón dice que, al no poder conocer toda la información, las entidades no estiman de manera adecuada el riesgo de cada persona al momento de otorgar un crédito, lo cual puede tener incluso efectos sistémicos.

“En otras palabras, la información positiva es importante desde el punto de vista de los deudores, pero el poder contar con información completa, o al menos más completa que la actual, tiene además un efecto beneficioso sobre el sistema”, subraya.

Por eso valora el proyecto cuya discusión recién se inicia en el Congreso, pues a su juicio viene a cerrar una brecha relevante. “Es una clara y deseable mejora, dado que se incluiría tanto la información negativa como la positiva respecto a los comportamientos de pago. Además, se ampliaría el perímetro de entidades que deberían informar, incluyendo ahora a entidades como las mutuarias y las cajas de compensación, entre otras”, sostiene Cabezón, mientras destaca los beneficios: los deudores podrían hacer uso de su “buena historia” de pagos y las entidades que otorgan créditos podrían evaluar “de mejor manera a sus clientes cuando éstos solicitan un crédito”.

¿Cómo se traduce esto en inclusión financiera?

Bunster lo explica en simple. “La información positiva ha resultado ser clave en mejorar los niveles de inclusión, ya que posibilitará a los oferentes de crédito decir ‘sí’ en casos en los que antes tuvieron que decir ‘no’ por ausencia de información”, dice, mientras subraya que no es lo mismo estar frente a alguien que incumple sus obligaciones de forma sistemática, que ante alguien que se vio afectado por una situación puntual. “Lamentablemente, con la información disponible hoy, ambas personas salen igual en la foto”, ejemplifica el ejecutivo de Equifax.

Sin embargo, Cabezón es más cauto y dice que habría que evaluarlo, pero que es “bastante posible” que genere un impacto. “Mejor información debería promover la competencia, disminuir los costos y permitir el acceso a sectores que hasta ahora han tenido dificultades en el mercado del crédito”, concluye.